El control muscular es cuánta fuerza debería utilizar para mover o hacer que algo sea diferente en un objeto (ej. con cuánta fuerza tengo que empujar a mi hijo en el columpio o con cuánta fuerza hay que apretar el lápiz para poder escribir con él). Los niños necesitan mucha práctica en ésto y, a veces tendrán difícil el juzgarlo correctamente, por lo que pueden accidentalmente tirar a su hermanito de dos años o tirar el vaso de leche que tienen delante porque todavía no controlan su fuerza muscular. Por tanto, cuando los niños están practicando el juego desordenado, están empujando, tirando, rodando y estirando material, lo que desarrolla su conciencia de los músculos y articulaciones de los dedos, y así desarrollan un entendimiento de con cuánta fuerza tienen que empujar.
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